Tiene 101 años, y sigue trabajando en su joyería como si tuviera 30. Ann Angeletti trabaja seis días a la semana en Curiosity Jewelers, la joyería que fundó en 1962 y que hoy dirige junto a su hija y su nieta. Comenzó a trabajar a los 13 años en la tienda de comestibles de su padre, fue obrera en un astillero naval durante la Segunda Guerra Mundial y también mesera en Nueva York. Pero su verdadera pasión llegó con las joyas.

A los 101 años, Ann abre la tienda, atiende clientes y hasta viaja a Manhattan para hacer contactos. Su secreto: mantenerse activa y amar lo que hace.

Su historia se volvió viral y conmovió a miles en redes sociales. “Si me jubilo, me muero”, dice Ann con humor. Para ella, el trabajo no es una carga, es su motor. Y su historia inspira a jóvenes y adultos a repensar el envejecimiento, la productividad y el valor de mantenerse en movimiento. Porque Ann no solo vende joyas, ella misma es una.

Ann Angeletti no busca la jubilación, busca seguir brillando. Y a sus 101 años, nos recuerda que la edad es solo un número, pero la pasión, esa sí que es eterna.

Día del Soltero: ¡Porque amarte también cuenta!