La lactancia materna es fundamental para la alimentación de un recién nacido, ya que no solo es la base principal y única de alimento, también, le aporta diferentes nutrientes y ayuda a su sistema inmunológico.
A pesar de los diversos estudios sobre los beneficios de la lactancia, aún existen muchos mitos que llevan a la desinformación.
Estos son los mitos que te han contado
No produzco suficiente leche. En realidad, el cuerpo se adapta al bebé y produce la cantidad de leche adecuada para alimentarlo.
Se deforman los pechos. Falso, es verdad que con el embarazo el cuerpo cambia, incluyendo los pechos, pero la lactancia no afecta la forma de estos; cualquier cambio está relacionado con la edad y la grasa corporal.
Se debe dar de ambos pechos en cada toma. Aunque si se debe alternar de un pecho a otro, no se debe hacer en la misma toma, solo debe cambiarse de pecho hasta que esté vacío.
Se debe dar agua al bebé además de la leche. La leche materna es suficiente para mantener hidratado al recién nacido; dar agua puede afectar su salud.
El ejercicio afecta el sabor. El ejercicio no cambia el sabor y realizarlo es saludable, aunque estés lactando.
El pecho se da cada 3 horas. La lactancia no tiene horarios y se debe dar conforme el bebé lo pida.
La lactancia materna se termina a los 6 meses. No, la lactancia materna es beneficiosa hasta los dos años o más, después de los 6 meses se combina con alimentación suplementaria, pero no debe suspenderse.
La lactancia también se aprende: prepárate desde el embarazo