Se le conoce como ‘el Ruido de Taos’, un sonido grave, parecido a un motor lejano, que no todos perciben. Habitantes aseguran escucharlo día y noche, mientras otros no oyen absolutamente nada.
Investigadores han estudiado el fenómeno desde los años 90, pero aún no hay explicación definitiva. Algunas teorías apuntan a vibraciones subterráneas, instalaciones eléctricas o incluso efectos psicológicos.
El misterio se ha vuelto tendencia en redes sociales, donde usuarios comparten testimonios y comparaciones con otros ‘hum’ registrados en distintas partes del mundo.
El Ruido de Taos sigue siendo un enigma: un sonido que divide a quienes lo escuchan y a quienes no. Un recordatorio de que nuestro mundo aún guarda secretos invisibles… y audibles.