El nombre de Sergio Meléndez ha comenzado a resonar más allá de Cuernavaca y no, no es cuestión de suerte, sino de años de trabajo, de resistencia y de una fe inquebrantable en lo que hace. Su historia es la de alguien que entendió desde el inicio que la fotografía no era solo una técnica, sino un lenguaje para mostrar al mundo cómo él lo veía.
Hoy, después de dos décadas de trayectoria, Sergio lleva su mirada a Nueva York con proyectos que han llamado la atención por su fuerza y autenticidad. Pero detrás de ese reconocimiento está la misma persona que empezó retratando a sus amigos, regalando sesiones y aprendiendo a resolver con lo poco que tenía.
De ser un desconocido, a vender mi arte en Nueva York. No fue magia, fue constancia, resistencia y fe.
¿Quién es Sergio Meléndez, fotógrafo mexicano?
Sergio Meléndez es un fotógrafo originario de Cuernavaca con más de 20 años de trayectoria. Desde joven tuvo claro que quería dedicarse a capturar imágenes que transmitieran emociones, inclusive, su primer empleo fue en un periódico local, donde aprendió a trabajar con recursos limitados y a exprimir cada herramienta al máximo.
Ese inicio lo llevó a descubrir que la cámara era su forma de ver distinto al mundo y de conectar con la gente. Con el tiempo, diversificó su trabajo combinando la fotografía con video, creando una productora donde poco a poco encontró el estilo que lo distingue... un ojo documental que hoy lo proyecta a nivel internacional.
Yo creo que la vida es una constante búsqueda de ver qué otra versión de ti puede ser. Siempre me he topado con gente positiva, que me decía: ‘oye, nos gusta lo que haces’. Eso me dio gasolina para entender que tenía una forma de ver distinto al mundo y que podía proyectarlo en imágenes que hacían sentir algo a la gente.
Un guayabo haciendo historia en Nueva York
Hoy, Sergio Meléndez está dando de qué hablar en Nueva York con su serie “Queremos Ver Sangre”, una propuesta que refleja la crudeza y la emoción de lo humano. Pero él no se ha limitado a un solo camino; se atrevió a explorar terrenos inesperados, como el modelaje y la música.
“Salir de la zona de confort me ha permitido crecer”. Desde aprender a estar frente a la cámara hasta convertirse en DJ por puro gusto, cada experiencia la ha sumado a su manera de ver la vida y a la seguridad con la que hoy se planta ante cualquier reto.
Sin embargo, a pesar de estar lejos de su natal, esto no lo obliga olvida sus raíces.
Cuernavaca fue donde tuve mi primer trabajo y siempre voy a estar agradecido con la gente que me empleó, con mis maestros, con mis amigos. Nunca olvido de dónde vengo.
Su éxito en el extranjero también lo ha conectado con personas que dejaron México en busca de una mejor vida, pues su historia refleja esfuerzo y resiliencia.
La fotografía que inspira a seguir mirando hacia adelante
Aunque hoy disfruta de reconocimiento internacional, Meléndez mantiene los pies en la tierra y no olvida que este camino ha sido largo:
Conecté muy rápido con la emoción de hacer sentir a la gente algo con mis imágenes, pero sí llevó años poderlo mostrar.
Para él, cada retrato es más que una foto: es una oportunidad de comunicar y de reconectar con lo que lo inspira desde Cuernavaca hasta Nueva York.
Moraleja: Recuerda que los sueños no se cumplen de la noche a la mañana ni llegan por azar. Son el resultado de constancia, de no rendirse ante la falta de recursos y de atreverse a explorar caminos nuevos aunque generen miedo.
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