Un ataque con drones registrado en febrero de este año dañó la estructura que recubre el reactor número 4 de la central de Chernóbil, en Ucrania, comprometiendo su capacidad para contener material radiactivo. De acuerdo con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), el impacto provocó un incendio y afectó el recubrimiento metálico del Nuevo Confinamiento Seguro, la enorme bóveda construida tras el desastre de 1986 para encapsular los residuos nucleares.
Aunque las mediciones recientes no muestran un aumento inmediato de radiación en el entorno, la pérdida de integridad estructural significa que la protección ya no cumple su función primaria. El organismo advirtió que las reparaciones temporales no serán suficientes y que será necesario un trabajo integral para evitar que la situación derive en una fuga radiactiva a mediano o largo plazo.
“Chernobyl”:
— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) February 14, 2025
Porque Ucrania acusó a Rusia de atacar con drones al domo de Chernobyl el día de las negociaciones de paz. pic.twitter.com/2LbLOFeR7G
¿Qué es lo que puede pasar ahora tras el ataque en Chernóbil?
Aunque la afectación no ha producido un incremento inmediato en los niveles de radiación, la vulnerabilidad de la bóveda supone riesgos importantes si no se atiende. Entre ellos, la posibilidad de filtración gradual de partículas radiactivas, el deterioro de los trabajos de descontaminación y un aumento de exposición para personal que labora en la zona. Además, expertos advierten que nuevas agresiones podrían empeorar la situación.
Ucrania ya trabaja en la restauración de la bóveda
Autoridades ucranianas y organismos internacionales iniciaron tareas de reparación provisional mientras se define un plan para la restauración completa del confinamiento. Por su parte, la OIEA subraya que la protección debe ser reforzada cuanto antes para evitar una crisis nuclear y garantizar la seguridad del sitio en un contexto de conflicto armado.
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