Aquí, cada paso es una aventura extrema y cada coche que pasa parece estar compitiendo en un rally que nadie autorizó… pero que Aldama patrocina diario. Cuando cae agua, esta calle se gradúa a “laguna oficial”, digna de documental de naturaleza: charcos del porvenir, lodo estilo spa, y vecinos haciendo equilibrio como si estuvieran participando en un reality de supervivencia… pero sin premio final.
En temporada de lluvia se vuelve aún peor
Los habitantes ya están cansados de vivir entre cráteres, chapoteos y saltos olímpicos involuntarios; solo piden algo básico, que por fin se les dé una pavimentación decente, porque la calle Aldama merece ser una calle…no un parque temático de obstáculos.
Vio como agredían a su esposo y todo terminó en tragedia; así lo reporta ‘El Diablo’ Becerril