La esposa del gobernador de Puebla, Cecilia Arellano, tuvo que salir al quite por Alejandro Armenta, pero el mandatario no se salvó. Al contrario, la derramó más. Ni la secretaria del deporte y juventud estatal, Gabriela “La Bonita” Sánchez, se aguantó la risa.

JUSTO EN EL BLANDO: Gobernador de Chiapas cambia la vida fit por la vida fat