Amigos de Justo en el Blando, nos encontramos en la calle Laurel de la colonia Rancho Cortés, en Cuernavaca, donde verdaderamente los laureles no crecen, pero los baches sí. Aquí no existen banquetas, pero sí una generosa cantidad de maleza que crece con orgullo, reclamando el territorio que las autoridades olvidaron.

Vecinos exigen la creación de un nuevo panteón en Cuernavaca