Impacto en la salud por la contaminación del aire
La contaminación del aire se ha convertido en una de las amenazas más serias para la salud pública. La exposición prolongada a partículas tóxicas, gases contaminantes y otros compuestos dañinos afecta el funcionamiento de órganos esenciales, desde los pulmones hasta el corazón. Estos contaminantes pueden ingresar a las vías respiratorias, causar inflamación, debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y crónicas.
Enfermedades asociadas a la mala calidad del aire
Diversos contaminantes inorgánicos presentes en el aire representan riesgos específicos:
- Silicio: Asociado con daño pulmonar crónico, fibrosis, bronquitis persistente y dificultad respiratoria progresiva.
- Níquel: Relacionado con alergias respiratorias, asma ocupacional, irritación nasal y bronquial, y mayor riesgo de cáncer pulmonar.
- Zinc: Provoca irritación en vías respiratorias, tos, dolor de garganta, fatiga, cefalea y náuseas.
- Cadmio: Vinculado con enfisema pulmonar, daño renal, debilidad ósea y cáncer de pulmón.
- Aluminio: Puede generar inflamación pulmonar, tos persistente, bronquitis y problemas respiratorios, especialmente en niños y adultos mayores.
Señales de alerta
- Tos persistente
- Falta de aire
- Irritación en ojos y garganta
- Dolor de cabeza constante
Si los síntomas empeoran o no mejoran, es fundamental acudir a un centro de salud.
Cómo prevenir enfermedades por la mala calidad del aire
- Evitar actividades al aire libre cuando el Índice de Calidad del Aire (ICA) sea alto.
- Usar cubrebocas tipo KN95 en días con contaminación severa.
- Mantener una buena hidratación para proteger vías respiratorias.
- Realizar limpieza húmeda en casa para evitar levantar polvo.
- Mantener el vehículo en buen estado para reducir emisiones contaminantes.








