¿Sabías que la hidromiel debía beberse durante el inicio del ciclo lunar después de casarte para engendrar hijos varones? De ahí nace la expresión que aún usamos hoy: “luna de miel”.
La hidromiel es la bebida alcohólica más antigua conocida por el ser humano, producto de la fermentación de agua y miel. A lo largo de la historia se ha vinculado con dioses y héroes, en parte por lo difícil que era obtener miel. Aunque su popularidad disminuyó con los siglos, jamás dejó de producirse.
Para los pueblos nórdicos antiguos —Normandos, Celtas y Vikingos— esta bebida era sagrada: el único alimento del dios Odín y la recompensa prometida en el Valhalla.
La hidromiel elaborada con fermentación espontánea local puede contener hasta trece tipos de bacterias ácido-lácticas (BAL), capaces de eliminar patógenos. Además, es digestiva, relajante, revitalizante, energética y rica en enzimas gracias a su proceso de fermentación, convirtiéndola en una bebida profundamente nutritiva.
