Los ojos de agua ubicados en el poblado de Cuauchichinola, en el municipio de Mazatepec, volvieron a registrar brotes de agua luego de permanecer secos por más de ocho años. Vecinos de la comunidad confirmaron que en los últimos días comenzó a observarse nuevamente el flujo natural, un hecho que no se presentaba desde después del sismo de septiembre de 2017, cuando el movimiento telúrico modificó varias corrientes subterráneas en la región.
La zona de Cuauchichinola forma parte del corredor poniente de Morelos, caracterizado por suelos volcánicos, grietas profundas y acuíferos interconectados. Cabe destacar que los sismos pueden alterar la presión del agua subterránea, abriendo o cerrando canales naturales que permiten el resurgimiento temporal de manantiales que habían dejado de fluir. Este tipo de fenómenos también han sido documentados en municipios vecinos como Miacatlán y Coatetelco.
¿Por qué reaparecen los ojos de agua en esta región?
En zonas como Mazatepec, la presencia de fallas geológicas, sedimentos de origen volcánico y mantos freáticos superficiales favorece que los sismos modifiquen la circulación del agua subterránea. Cuando las grietas se reacomodan o se liberan obstrucciones naturales, el líquido puede encontrar nuevamente salida hacia la superficie, reactivando manantiales que estaban secos por años. Aunque el caudal puede variar con el tiempo, este tipo de reactivaciones son consideradas parte del comportamiento natural del subsuelo en Morelos.
¿Representa algún riesgo o beneficio para la comunidad?
Por ahora, el resurgimiento del agua no representa riesgo para la población. Aunque es importante monitorear estos brotes para evaluar su estabilidad y calidad, ya que algunos pueden aprovecharse para riego o recarga de cuerpos de agua cercanos.
En temporadas de sequía, el regreso de manantiales suele ser recibido como un alivio para actividades agrícolas y ganaderas de pequeña escala. Por lo que se espera que en los próximos días se realicen revisiones para determinar si el flujo se mantendrá.
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