La noche polar es un fenómeno que ocurre en zonas del Círculo Polar Ártico, donde el sol permanece oculto por completo durante semanas o incluso meses. Aunque forma parte del ciclo natural en regiones como Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia, Rusia o Alaska, sus efectos en las personas pueden ser profundos y muy distintos a los de un invierno común.
Pero no todo es asombro, ya que la ausencia prolongada de luz solar modifica la percepción del tiempo, altera el ritmo biológico y obliga a miles de habitantes a adaptar su rutina a condiciones extremas. Y aunque muchos ya están acostumbrados, la experiencia sigue teniendo un impacto físico y emocional significativo.
¿Qué efectos tiene la noche polar en el cuerpo?
La falta de luz natural afecta directamente los ritmos circadianos, que regulan el sueño y la producción de hormonas. Entre los efectos más frecuentes están:
- Alteraciones del sueño, como insomnio o somnolencia excesiva
- Desajuste del apetito y cambios en el metabolismo
- Disminución de la energía, cansancio constante y falta de motivación
- Además, la reducción de luz solar disminuye la producción de vitamina D, esencial para el sistema inmunológico y la salud ósea.
¿Qué impacto tiene en el estado de ánimo?
Uno de los efectos más comunes de la noche polar es el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), un tipo de depresión asociada a la poca exposición a la luz. Entre sus síntomas destacan: irritabilidad, bajo estado de ánimo, pérdida de interés en actividades cotidianas y dificultad para concentrarse.
Por ello, muchas personas utilizan lámparas de fototerapia o se exponen a luz artificial intensa para compensar la ausencia de luz solar.
¿Cómo se adaptan las personas a la noche polar?
A pesar de las dificultades, las comunidades árticas han desarrollado estrategias para sobrellevar este periodo como: mantener horarios fijos de sueño, utilizar iluminación interior más brillante, permanecer activos con ejercicio y actividades sociales, consumir alimentos ricos en vitamina D y aprovechar las pocas horas de luz azulada al mediodía
Cabe resaltar que en estas regiones, la rutina no se detiene; las escuelas, trabajos y actividades funcionan con normalidad, aunque adaptadas a las condiciones extremas.
La ciudad que se queda sin luz desde hoy y hasta el próximo año
