Hoy la verdadera selva está en tu celular. Bienvenidos a la jungla… de las apps de citas. Aquí, cada deslizamiento puede llevarte a una nueva aventura, un susto o simplemente a un “hola, ¿qué haces?” sin futuro.
- El primer filtro: las fotos Si la primera imagen parece sacada de un catálogo de moda y la siguiente es un meme, ya tienes señales de alerta. Revisar las fotos con ojo crítico es la supervivencia básica.
- La bio, si la descripción dice algo como “No uso mucho esta app”… Están mintiendo. Si tiene solo emojis, prepárate para una charla sin mucho contenido. Y si menciona que ama viajar, ver series y comer tacos, bueno… es exactamente como el 90% de los perfiles.
- El match: ¿y ahora qué? ¡Felicidades! Lograste un match… ahora el reto es hablar sin caer en lo típico. Evita el “Hola, ¿cómo estás?” – Lo han leído mil veces. Pregunta algo interesante – Que conecte con su bio o sus fotos, si solo responde con “jajaja”, huye.
- La conversación: momento de estrategia. No confíes en quien tarda días en responder pero está “en línea ahora”. Si la charla solo gira en torno a tu físico… red flag. Si hablan fluido, se ríen y conectan bien… punto a favor.
- La primera cita: ¿vale la pena el esfuerzo? Si la energía en chat no se traduce en la vida real, la decepción es real. Lugar público, siempre. No idealices antes de conocer. Y si todo sale mal… al menos tendrás una buena anécdota.
Al final del día, las apps de citas son solo una herramienta.
Los gadgets que todo hombre debería tener en 2025