En la cosmovisión mesoamericana, el colibrí encontró un lugar entre la delgada línea de la muerte y lo divino, pues en aquellas épocas era admirado por sus brillantes colores y capacidad para volar. Esta última característica simbolizaba energía, resurrección y el puente entre mundos.
Hoy en día, muchas personas en México creen que la visita de un colibrí es una señal de un ser querido fallecido. Podría decirse que funciona como una especie de mensajero que trae amor y recuerdos del más allá.
¿Cuál es la leyenda Mexica que une al colibrí con Huitzilopochtli?
En la mitología mexica, el colibrí está ligado al dios Huitzilopochtli, deidad del sol y la guerra, cuyo nombre significa "colibrí zurdo" o "colibrí del sur". Según las creencias, las almas de los guerreros caídos en batalla y mujeres muertas en parto, se transformaban en colibríes para acompañar al Sol en su recorrido celestial, nutriéndolo con su energía.
Estos espíritus valientes regresaban como aves brillantes, simbolizando valor, renacimiento y el ciclo eterno de la existencia. Además, se cuenta que los colibríes actúan como mensajeros del Mictlán. Pueden entrar y salir libremente, llevando pensamientos, deseos y bendiciones de las almas difuntas a los vivos.
La cultura Maya le dio su propio significado al colibrí
En la cultura maya, se creía que el colibrí era un enviado de los dioses, creado de una flecha de jade para transportar buenos deseos y pensamientos. Representaba resurrección, fertilidad y la armonía entre opuestos: vida y muerte.
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