El tejocote, conocido científicamente como Crataegus mexicana, es una fruta pequeña que ha cautivado a las culturas mexicanas por siglos. Con su sabor agridulce y apariencia similar a una mini manzana amarilla, sólo enriquece platillos tradicionales como el ponche navideño, sino que también ofrece diversas propiedades nutricionales y medicinales.
Es originario de regiones montañosas, y su versatilidad lo convierte en un aliado para la salud en la medicina popular, respaldado por estudios que destacan su riqueza en nutrientes esenciales.
¿Cuáles son los beneficios que puede atraer el tejocote al cuerpo humano?
Esta fruta es una fuente natural de vitaminas A, B y C, junto con minerales como calcio y hierro, y compuestos bioactivos como fenólicos y antioxidantes. Entre sus principales beneficios, destaca su capacidad para regular los niveles de glucosa en sangre, convirtiéndolo en un apoyo para personas con diabetes o en riesgo de padecerla.
También favorece a la coagulación sanguínea y reduce el colesterol; además, su alto contenido en fibra mejora la digestión, previene el estreñimiento y equilibra la flora intestinal. Posee propiedades antiinflamatorias que alivian condiciones como la artritis, y efectos antimicrobianos que combaten infecciones, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la desintoxicación general del organismo.
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