¿Sabías que la primera selfie del mundo fue tomada en 1839?
Mucho antes del palo de selfie, los filtros y los likes, ya había quienes se retrataban a sí mismos.
El primero que lo hizo fue Robert Cornelius, un empresario estadounidense que en 1839 logró capturar su rostro con una cámara casera. Se considera la primera selfie del mundo.
Pero no fue el único pionero: Anastasia Romanov, la hija menor del zar Nicolás II, se tomó una selfie ¡en 1914! Usó un espejo y una cámara para capturar su reflejo a los 13 años, desde el lujo del palacio ruso.
¿Y el término “selfie”? Aunque muchos creen que nació con Instagram, apareció en 2002 en un foro australiano. Un usuario llamado Nathan Hope compartió una foto de su labio roto con la frase: “Lo siento por el enfoque, era un selfie”. En Australia, es común acortar palabras agregando “-ie”, como “barbie” para barbacoa o “tinnie” para cerveza.
A partir de ahí, la palabra se viralizó. En 2012, fue reconocida por el Oxford Dictionary y destacada por la revista Time como una de las palabras del año. Incluso existe un “Día Nacional de la Selfie”: se celebra cada 21 de junio, gracias a un DJ texano que la propuso como forma de expresión personal.
Hoy, una persona promedio se toma 728 selfies al año; y un estudio reveló que quienes publican más selfies tienen menos contacto real fuera de redes.
La selfie es mucho más que una moda: es espejo, memoria y cultura digital.
¿Y si te dijera que un archivo puede contar historias tan potentes como una serie?