Un visitante que vino desde otro sistema estelar y que recientemente pasó muy cerca del Sol. La detección fue realizada por el poderoso radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica, que identificó líneas de absorción de hidroxilo (OH), una huella química típica del agua en los cometas.
Este descubrimiento convierte a 3I/ATLAS en el primer objeto interestelar con una señal de radio clara, algo que permite estudiar cómo se comportan los cometas que vienen “de fuera del vecindario solar”. Nada de extraterrestres —al menos no por ahora—, pero sí una pista fascinante sobre cómo se forman y evolucionan estos cuerpos en otras estrellas.
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