Los pulmones se encargan de llenar la sangre con oxígeno cada vez que respiras, mientras que el corazón bombea esa sangre oxigenada a todos los órganos y tejidos. Después, la sangre regresa con dióxido de carbono, que expulsas al exhalar.

Es un ciclo constante que ocurre sin que lo pienses y que demuestra lo increíblemente coordinado que es tu organismo. Si uno de los dos falla, el otro también se ve afectado, por eso es tan importante cuidarlos: hacer ejercicio, mantener una alimentación balanceada y evitar fumar son pasos clave para protegerlos.

Tu corazón y pulmones trabajan las 24 horas por ti, así que devuélveles el favor cuidando de tu salud.

¿Qué es un soplo en el corazón y cuándo preocuparse?