La creatina es uno de los suplementos más populares entre personas que entrenan fuerza, realizan actividad física intensa o buscan mejorar su rendimiento deportivo. Su uso se ha extendido más allá del gimnasio, generando dudas sobre si realmente funciona, qué beneficios tiene, cuáles son sus posibles contras y cómo debe consumirse de forma adecuada.
Es por ello que, especialistas coinciden en que la creatina sí tiene efectos comprobados, aunque su impacto depende del tipo de entrenamiento, la constancia y el estado de salud de cada persona.
¿Para qué sirve la creatina y cuáles son sus beneficios reales?
La creatina ayuda a aumentar la disponibilidad de energía en los músculos, lo que se traduce en mejor rendimiento en ejercicios de alta intensidad, como levantamiento de pesas o entrenamientos explosivos.
Entre sus principales beneficios se encuentran el incremento de fuerza, mejor recuperación muscular, aumento de masa muscular y, en algunos casos, una reducción de la fatiga. Además, se ha estudiado su posible apoyo en funciones cognitivas y en adultos mayores para preservar masa muscular.
¿Cuáles son los contras y posibles efectos secundarios de la creatina?
Aunque la creatina es considerada segura para la mayoría de las personas sanas, la creatina puede causar retención de líquidos, aumento de peso inicial y, en algunos casos, malestar gastrointestinal si se consume en exceso o sin suficiente agua.
Ojo, en personas con problemas renales no se recomienda su uso sin antes supervisión de un especialista. Y, es importante aclarar que el consumo de este suplemento no sustituye una alimentación equilibrada ni el entrenamiento constante. Por lo que no puedes esperar resultados por arte de magia ni inmediatos; solo con un consumo adecuado, la dosis correcta, una alimentación balanceada, buena hidratación y entrenamiento constante de 3 a 5 veces por semana, es posible notar beneficios reales.
¿Cómo consumir creatina correctamente?
La forma más común es la creatina monohidratada, considerada la más efectiva y segura. La dosis habitual es de 3 a 5 gramos diarios, preferentemente antes del entrenamiento o en cualquier momento del día de forma constante.
Y ojo, porque para resultados reales, lo más importante es tomarla todos los días acompañada con suficiente agua y una rutina de ejercicio adecuada.
Dos cenas fáciles y ricas en proteína
