Antes de astronautas humanos, una perrita callejera fue la primera en orbitar la Tierra. Su nombre era Laika, y en 1957 se convirtió en símbolo de la carrera espacial, pero también de uno de los sacrificios más tristes en nombre de la ciencia.
Capturada en Moscú por ser pequeña y “resistente”, Laika fue entrenada para soportar encierros y ruidos extremos. El 3 de noviembre de 1957 fue lanzada a bordo del Sputnik 2, con comida, oxígeno y la promesa falsa de que regresaría viva.
¿Nave alienígena o simple cometa? El misterioso 3I/ATLAS divide a la ciencia








