Los árboles no solo dan sombra y oxígeno, ¡también guardan la historia del clima! Cada anillo en su tronco es como una página de un diario que registra años húmedos, secos y veranos extremos. Un estudio de la Universidad de Arizona analizó madera de Norteamérica y Europa, reconstruyendo más de mil años de olas de calor y sequías simultáneas.
Los científicos descubrieron que ciertos patrones atmosféricos, dejaron marcas visibles en los anillos, revelando cuándo y dónde la naturaleza desató su fuerza. Con esta información, se pueden anticipar riesgos agrícolas, energéticos y de salud pública con meses de anticipación.
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