Cuando se trata de recalentar la comida, todos tenemos nuestro método favorito: unos confían en el microondas por rapidez, otros juran que el horno “sabe mejor”. ¿Pero cuál conserva más nutrientes?

La ciencia dice que el microondas no es el villano que muchos creen. Al calentar rápido y con poca agua, ayuda a mantener más vitaminas que el horno o la estufa. En cambio, el calor prolongado del horno puede destruir compuestos sensibles como la vitamina C o algunas del grupo B.

Café, vino y chocolate: los placeres que el clima podría volver un lujo