En el mundo del fútbol hay historias que parecen leyenda, pero pocas tan escalofriantes como la que sacudió Florencia en 1954. El 27 de octubre, durante el encuentro entre la Fiorentina y el Pistoiese, más de 10 mil aficionados vivieron un momento que rompió cualquier lógica. El partido arrancó como cualquier otro: gritos, emoción, cervezas, el típico caos hermoso del estadio. Pero, segundos después de iniciar el segundo tiempo, todo cambió.
Un silencio denso cayó sobre el público. Jugadores, árbitros, entrenadores y familias enteras levantaron la mirada al cielo. Lo que vieron parecía salido de un sueño extraño: objetos voladores moviéndose con una lentitud antinatural, brillando sobre el estadio como si observaran el partido desde otra dimensión.
El veterano Ardico Magnini, testigo directo, lo describió así: “Era algo parecido a un huevo que se movía muy, muy despacio. Nos quedamos atónitos. Nunca habíamos visto algo así.”
El fenómeno no terminó ahí. Minutos después, sobre las calles de Florencia cayó una sustancia blanca y frágil que los lugareños llamaron “pelo de ángel”. El investigador Giovanni Canneri analizó este material y encontró boro, silicio, calcio y magnesio, sin rastros de radiactividad. Todo tan raro como fascinante.
Hoy, este episodio sigue siendo uno de los avistamientos ovni más célebres relacionados con el deporte. Y tú… ¿qué harías si un día miras al cielo y ves algo que no encaja con este mundo?