El ayuno intermitente no solo está de moda: también podría ser un “reset” para el cerebro. Investigaciones recientes muestran que este método que alterna periodos de comida y descanso digestivo, ayuda a reducir la inflamación, mejora la memoria y potencia la concentración.
Cuando el cuerpo pasa varias horas sin alimento, activa procesos de reparación celular y producción de cetonas, una especie de “combustible premium” para las neuronas.
Tu dieta habla: cómo los alimentos cambian el olor de tu cuerpo








