¿Podría estallar una guerra nuclear entre Israel e Irán tras los recientes conflictos?

Tras los recientes bombardeos, ataques con drones y amenazas abiertas entre Israel e Irán, la tensión en Medio Oriente ha alcanzado uno de sus puntos más delicados en años. La tensión entre ambos países alcanzó un nuevo punto crítico, luego de que fuerzas israelíes confirmaran el asesinato del general iraní Ali Shadmani, hecho que desató una fuerte respuesta por parte de Irán, con una serie de misiles dirigidos a Tel Aviv y Jerusalén.

Israel ha reiterado su posición de defenderse “por todos los medios” si Irán continúa financiando o apoyando ataques desde terceros países como Siria, Líbano o Yemen. Por su parte, el régimen iraní ha respondido con advertencias e incluso amenazas de represalias severas si su soberanía es violada.

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Pese a la intensidad del conflicto entre ambas naciones, analistas internacionales consideran que el riesgo de una guerra nuclear sigue siendo bajo, aunque no se descarta un escenario de mayor escalada si Irán decide abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), el cual Israel no pertenece.

Aunque Israel no ha declarado oficialmente tener armamento nuclear, diversas agencias internacionales estiman que posee entre 80 y 90 ojivas nucleares, desarrolladas fuera del Tratado de No Proliferación. Por el contrario, Irán no cuenta con armas nucleares operativas, aunque ha desarrollado programas de enriquecimiento de uranio que podrían acercarlo a ese umbral.

El conflicto más reciente se agravó luego de ataques atribuidos a Israel contra posiciones iraníes en Siria y la embajada iraní en Damasco. Irán respondió con un bombardeo inédito de más de 300 misiles y drones contra territorio israelí, la mayoría interceptados. Aunque no hubo consecuencias masivas, el mensaje fue: Irán está dispuesto a responder directamente.

A partir de ahí, tanto EE.UU. como la OTAN se han mantenido en alerta, intentando contener el conflicto sin involucrarse directamente. Aún así, las alianzas y conflictos indirectos en la región (como con Hezbollah, Hamás o milicias en Irak y Yemen) podrían seguir alimentando la tensión.

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