La electrocución es un accidente grave que puede ocurrir en hogares, trabajos o espacios públicos debido a contactos con cables defectuosos, aparatos eléctricos o tormentas. Si notas que alguien está sufriendo una descarga eléctrica, actuar rápidamente y de forma segura puede salvar vidas.
Sin embargo, es crucial priorizar tu propia seguridad para evitar convertirte en otra víctima, pues el riesgo principal es el contacto directo con la corriente, que puede causar quemaduras, paro cardíaco o lesiones internas.
¿Qué hacer en caso de que una persona sufra una descarga eléctrica?
No toques directamente a la persona si aún está en contacto con la fuente eléctrica, ya que la corriente podría pasarte a ti, en su lugar, corta la corriente de inmediato. Si no puedes hacerlo, usa un objeto no conductor para empujar o separar a la víctima de la fuente eléctrica, y asegúrate de pararte sobre una superficie seca y no conductora.
Una vez que la persona esté libre de la corriente, llama inmediatamente a emergencias, y mientras esperas, verifica si respira y tiene pulso. Si no, inicia la reanimación cardiopulmonar (RCP). Para quemaduras visibles, quita la ropa suelta alrededor de la zona afectada y enjuaga con agua fría
Si la víctima está inconsciente pero respira, colócala en posición lateral de seguridad para evitar asfixia por vómito o lengua. En casos de shock, acuéstala con las piernas elevadas y cúbrela con una manta para mantener el calor corporal.
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