Ocurre generalmente después de los 40, cuando los niveles de testosterona bajan poco a poco, y eso puede traer cambios físicos, emocionales y… sí, también de energía.

Algunos síntomas comunes son cansancio, irritabilidad, disminución del deseo sexual y aumento de peso. Pero tranquilos, no todo está perdido. Mantener una buena alimentación, dormir bien, hacer ejercicio y reducir el estrés puede ayudar mucho. Y claro, visitar al médico es clave para descartar otros factores y encontrar el mejor tratamiento.

La andropausia no es el fin de la vitalidad, es una oportunidad para cuidar más de ti y disfrutar esta nueva etapa con equilibrio y bienestar.

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