Aunque el cine ha popularizado el TDI con personajes como Gollum o Jekyll y Hyde, la realidad es mucho más compleja y menos espectacular. Las personas con este trastorno no son peligrosas, pero sí necesitan comprensión, diagnóstico adecuado y acompañamiento terapéutico especializado.

Ciberseguridad en 2025: mitos que te hacen vulnerable (y cómo protegerte)