Las lluvias recientes en la Isla de Ormuz, en el sur de Irán, crearon un fenómeno natural impresionante: el agua del mar se tiñó de un rojo intenso que parecía sacado de otro planeta.
El efecto se debe al suelo rojizo rico en minerales que arrastra la lluvia hacia la costa, transformando el paisaje en una escena surrealista que dejó maravillados a todos los que la presenciaron.
Un recordatorio de que la naturaleza siempre tiene formas de asombrarnos y pintar el mundo de colores inesperados.