En México, una empresa decidió llevar el bienestar laboral a otro nivel y contrató a un gatito como su nuevo “gerente de apoyo emocional”. Su nombre es Miauricio, un felino rescatado que ahora se encarga de mejorar el ánimo en la oficina.
Acompaña a los empleados en días de estrés, se cuela en reuniones importantes y, cuando la presión sube, reparte ronroneos y miradas adorables. Sin traje ni corbata, Miauricio se ha convertido en el colaborador favorito y en la prueba de que un poco de ternura puede hacer grandes cambios en el ambiente laboral.
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