Los perros no distinguen el rojo ni el naranja. Su visión es similar a la de una persona con daltonismo: reconocen mejor el azul, amarillo y blanco.
Si quieres que tu mascota disfrute la decoración, usa esferas y adornos en tonos azules y amarillos, además de luces blancas. Evita saturar con rojos, que para ellos se ven apagados.
Con estos colores, tu perro podrá identificar mejor los objetos y sentirse más estimulado. La Navidad se convierte en una experiencia compartida, no solo visual para ti, sino también divertida para él.
Decorar pensando en tu lomito es una forma de incluirlo en la magia navideña. Porque la Navidad también se vive a través de sus ojos.
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