Según la investigación “The Conversation”, los payasos resultan inquietantes porque su maquillaje distorsiona los rasgos humanos, oculta emociones y genera incertidumbre.

Los colores blanco y rojo evocan muerte o heridas, provocando rechazo. Su conducta impredecible y las representaciones negativas en la cultura popular refuerzan el miedo, que a veces también se aprende de la familia o de experiencias traumáticas previas.

¿Y a ti también te dan miedo los payasos?

El payaso que cobró vida en Cuernavaca