Se llama dihidrotestosterona (DHT), y es la principal responsable de la alopecia androgénica, una condición que afecta a millones de hombres jóvenes.
Aunque los genes tienen mucho que ver, tu estilo de vida también juega un papel clave. Llevar una alimentación rica en biotina, zinc y otros nutrientes esenciales puede fortalecer tus folículos y mejorar la salud del cuero cabelludo. Además, actividades como el yoga o la meditación ayudan a controlar el estrés —uno de los grandes enemigos del cabello— y pueden frenar su caída si se combina con buenos hábitos.
En resumen: no puedes cambiar tu genética, pero sí puedes darle pelea a la DHT cuidando tu cuerpo, tu mente… y tu melena.
Lo que se dice y lo que es... ¿El vitíligo solo aparece en la piel?