La lucha libre es un deporte que ha captura la atención de miles de personas a nivel global, por lo que hay diversos estilos que son del agrado de los aficionados. Entre ellos se encuentra el que se maneja en México, pues además de ser un deporte que pareciera que tiene su propio sello de fábrica, las más y la cultura mexicana que alrededor llama bastante la atención.
Pero la lucha libre mexicana también es conocida como “pancracio”. Este término está arraigado en la tradición, y conecta la práctica moderna con un pasado milenario, reflejando la riqueza histórica y cultural de este deporte a millones en México y el mundo.
¿Por qué a la lucha libre mexicana se le conoce como pancracio?
El término “pancracio” proviene del griego antiguo pankrátion, el cual que significa “fuerza total”. En los Juegos Olímpicos fue introducido en el año 648 a.C., y era un combate brutal que combinaba boxeo, lucha y técnicas con pocas restricciones, como patadas, agarres y golpes. Eso sí, no se podían utilizar ataques como mordidas y directos a los ojos.
Este arte marcial fue admirado por su intensidad, y era considerado como un entrenamiento militar para hoplitas griegos. En México, el término “pancracio” se adoptó para describir la lucha libre profesional, que llegó en el siglo XX y evolucionó con máscaras coloridas, acrobacias aéreas y narrativas épicas.
La palabra evoca la esencia de un combate sin límites, reflejando la libertad técnica y el espectáculo dramático que caracterizan a la lucha libre mexicana.
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