El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, quiso darse un baño de pueblo y se dio uno pero de realidad. Lo que para él era un simple paseo en bicicleta, es la realidad de miles de tuxtlecos que se mueven en las calles a diario. Sólo que al “Mr. Bean” de la política chiapaneca se le olvidaron varios detalles.
El gobernador de Puebla cantará antes que un gallo