El dolor que provoca la pérdida de un ser querido puede detonar problemas mentales y físicos. Tras la muerte de un ser querido, toda persona atraviesa por ese sufrimiento emocional, que incluso puede detonar conductas como culpabilidad, tristeza e incluso agresividad.
Expertos en psicología señalan que no saber llevar el dolor del duelo, puede afectar la salud física y mental.
“No es fácil es complicado el aceptar que ya no vas a ver a ese ser querido, que ya no lo vas a poder tocar, sentir, oler, besar. Este es un proceso que ellos tienen que vivir, tienen que pasar, tienen que dolerse tienen que llorar tienen que que darse el permiso de hacerlo llorar es totalmente sano”. - Graciela Olascuaga / Tanatóloga
El apoyo familiar para superar un duelo es fundamental, y en muchos casos, también el apoyo psicológico puede ayudar a que la muerte de una persona sea menos dolorosa.
El momento puede ser más doloroso cuando tenemos ciertas frustraciones o culpas que en su momento no se aclararon con aquella persona que trascendió del plano existencial. Recomiendan siempre estar en paz con quienes quizá en su momento se tuvo algún conflicto.
“El despedirse el hablarle, eso es lo más lo más sano que puede haber decirle a mi ser querido perdóname te, te amo”. - Graciela Olascuaga / Tanatóloga
Recordar a una persona que ya murió, puede ayudarnos a mantener vivo su legado y su recuerdo.
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