Fíjese que en el panteón de Amayuca, en Jantetelco, los difuntos lo último que hacen es descansar. El lugar está escondido entre ramas y montañas de hierba apilada que nadie se dignó a recoger. ¿Y los baños? Mejor ni entramos en detalles, porque capaz que todos terminamos muriéndonos pero del asco.
Denuncian al alcalde Ángel Domínguez por falta de obras en Amayuca








