En los últimos meses, la extorsión en Morelos ha impactado a al menos 25 tortillerías, forzándolas a cerrar debido a la creciente inseguridad.
Son víctimas de la extorsión
Los productores de tortillas, enfrentándose a ataques de la delincuencia organizada, han vivido momentos de amenazas, recordando con preocupación los incendios provocados en al menos dos negocios en la zona sur.
“Sí estamos preocupados porque son muchos municipios los que están padeciendo y de manera en aumento y vaya solo queremos la aetención, que le den seguimiento a las denuncias que se hacenen la Fiscalía”, Antonio Vázquez, presidente de Asociación de Industriales de la Masa.
30 % de los agremiados han sido víctimas
Este sombrío panorama afecta directamente al 30 % de los comerciantes de tortillas, quienes se convierten en víctimas principales de robos a mano armada, amenazas, extorsiones y cobro de piso.
La inseguridad tiene un costo medido en términos de familias, ya que la mayoría de estos negocios son operados por ellas.
La mayoría no denuncia por miedo
La preocupación se intensifica, ya que al no ceder a las extorsiones, las acciones delictivas se trasladan hasta sus hogares, donde son identificados por aquellos que exigen el pago de piso.
A pesar de interponer denuncias ante la Fiscalía General del Estado, las víctimas experimentan la frustración de la falta de efectividad de estas acciones legales.
“Son pocas por temor a represalias, por temor a la seguridad de la misma familias proque cada neogcio representa una familia son negocios en los que trabaja la familia casi no hay trabajadores, son familias y es por eso que omiten las denuncias por temor a la misma inseguridad”, Antonio Vázquez, presidente de Asociación de Industriales de la Masa.
Esperan respuesta de la Fiscalía de Morelos
Los productores anhelan respuestas contundentes por parte de la autoridad, la Comisión de Seguridad Pública, investigaciones concretas de la Fiscalía del Estado y patrullajes activos de las policías locales para poner fin a esta ola de extorsiones.
No faltan las juntas de coordinación, pero los resultados no llegan
Y es que cada semana, los encargados de la seguridad en el estado prometen coordinar esfuerzos para restablecer la paz, pero lamentablemente, en las calles, la realidad pinta un panorama diferente. La historia se repite, con más negocios viéndose obligados a cerrar debido a la persistente amenaza en las calles.
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