Durante la temporada navideña, el musgo natural es uno de los elementos más utilizados para adornar nacimientos y escenas decembrinas en hogares de todo México. Sin embargo, su extracción y uso conllevan riesgos ambientales y de salud que muchas veces pasan desapercibidos.
Autoridades ambientales y especialistas han advertido que el musgo cumple una función clave en los ecosistemas, por lo que retirarlo sin control puede generar daños difíciles de revertir.
¿Por qué el uso de musgo representa un riesgo ambiental?
El musgo actúa como una esponja natural, ayudando a retener humedad, proteger el suelo y evitar la erosión en bosques y zonas montañosas. Al ser extraído, se altera el equilibrio del ecosistema, se favorece la pérdida de suelo y se afecta a pequeños organismos que dependen de él para sobrevivir.
Además, su crecimiento es lento, por lo que la recuperación natural puede tardar varios años. En muchos estados del país, la recolección y venta de musgo sin permisos está prohibida o regulada por su impacto ambiental.
Riesgos para la salud al usar musgo natural en casa
El musgo puede albergar hongos, bacterias, ácaros e insectos, que al llevarse a interiores representan un riesgo, especialmente para personas con alergias, asma, niños pequeños o adultos mayores. Al mantenerse húmedo, puede generar moho y malos olores, además de provocar irritaciones en la piel o problemas respiratorios si se manipula sin protección.
Alternativas seguras y responsables para los nacimientos
Especialistas recomiendan optar por musgo sintético, aserrín teñido, fibras vegetales reutilizables o materiales reciclados, que cumplen la misma función decorativa sin dañar el medio ambiente. Estas opciones son más duraderas, fáciles de limpiar y no representan riesgos sanitarios.
Ambiente decembrino en el centro de Cuernavaca
