Cada año, entre los meses de junio y agosto, los bosques de Morelos se iluminan con el parpadeo natural de miles de luciérnagas. Este fenómeno ocurre cuando las condiciones de humedad y oscuridad favorecen su aparición, especialmente en zonas boscosas del norte y oriente del estado.
Familias, turistas y amantes de la naturaleza encuentran en esta temporada una oportunidad única para disfrutar de recorridos nocturnos y visualizar este fenómeno natural que parece mágico.
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Temporada de luciérnagas en Morelos: ¿Cuándo observarlas?
La temporada alta para el avistamiento de luciérnagas en Morelos comienza a principios de junio y suele extenderse hasta mediados de agosto. El mejor momento para observarlas es entre las 20:00 y 22:00 horas, cuando hay suficiente oscuridad en el bosque.
¿Dónde ver luciérnagas en Morelos?
Morelos cuenta con varios puntos donde las comunidades organizan recorridos controlados y sustentables para el avistamiento. Estos son algunos de los más destacados:
1. Santuario de las Luciérnagas en Ocotepec:
Aquí, se ofrecen recorridos guiados en un entorno natural protegido. La experiencia incluye caminata nocturna, charla introductoria y, en algunos casos, opción de acampar.
2. Santuario de las Luciérnagas en Cuautla:
Un espacio comunitario que ofrece senderos acondicionados y actividades para visitantes. Ideal para grupos escolares o familias que buscan una experiencia educativa.
3. Montecasino, Huitzilac
Uno de los sitios menos concurridos, pero igual de recomendables. La tranquilidad del bosque permite apreciar mejor el fenómeno, lejos del bullicio urbano.
4. Ecoalbergue en Tetela del Volcán
Además del avistamiento, aquí ofrecen talleres informativos sobre el ciclo biológico de las luciérnagas, áreas para pernoctar y gastronomía local.
¿Por qué brillan las luciérnagas?
El brillo característico de las luciérnagas es resultado de un proceso biológico llamado bioluminiscencia. Este fenómeno ocurre en el abdomen del insecto, donde una reacción química entre la luciferina (una proteína) y la enzima luciferasa, en presencia de oxígeno, produce luz fría, es decir, sin emitir calor.
Aunque para nosotros es un espectáculo visual, el objetivo del destello es principalmente reproductivo. Los machos y hembras emiten patrones específicos de luz para encontrarse y atraer pareja. Cada especie tiene su propio “código de parpadeo”, lo que les permite reconocerse entre sí incluso en medio del bosque.
Además de su función en el cortejo, la luz también puede servir como mecanismo de defensa, ya que advierte a depredadores que no son comestibles.
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