La torta de quesadilla: el antojo morelense que desafía a la guajolota chilanga
Mientras en CDMX reina la torta de tamal, en Morelos brilla una bomba de sabor: la torta de quesadilla, tradición con más de 50 años.
En el corazón de Morelos, una delicia local ha conquistado los paladares y se ha ganado un lugar entre los antojitos más creativos: la torta de quesadilla. A diferencia de la famosa guajolota capitalina, aquí se combina una quesadilla, ya sea de papas, rajas o hasta una tostada de tinga, con ingredientes tradicionales de torta, dando como resultado una explosión de texturas y sabores.
Este peculiar antojo es obra de la creatividad popular, como cuenta Pedro Flores Jr., comerciante del puesto familiar con más de medio siglo de historia: “La gente fue la que empezó a decir: ‘a mi torta ponle una quesadilla’”. La receta incluye frijoles, col, jitomate, cebolla, crema, salsa de chile de árbol, queso rallado y jamón, acompañando a una quesadilla crocante previamente sumergida en aceite. Fundado por doña Flores en los años 60, el negocio se mantiene como referente de tradición y sabor en Morelos.
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