La capital del estado de Morelos, Cuernavaca, es reconocida a nivel nacional e internacional con el sobrenombre de “La ciudad de la eterna primavera”. Pero ¿de dónde viene esta denominación y por qué se mantiene vigente a pesar de los cambios climáticos recientes?
El origen del apodo se remonta al siglo XIX, cuando viajeros europeos y cronistas mexicanos comenzaron a destacar el clima templado y constante de la ciudad durante todo el año. Entre ellos, el naturalista alemán Alexander von Humboldt fue uno de los primeros en describirla así, maravillado por la abundante vegetación, el calor suave y la ausencia de extremos climáticos.
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¿Qué hace tan especial el clima de Cuernavaca?
La ciudad se encuentra a una altitud media de 1,500 metros sobre el nivel del mar, lo que le permite “gozar”, literal entre comillas, de un clima templado subhúmedo con temperaturas promedio anuales que oscilan entre los 17 °C y 27 °C. A diferencia de otras regiones, no suele experimentar inviernos severos ni veranos extremadamente calurosos.
Esto ha permitido que Cuernavaca mantenga una vegetación exuberante, con jacarandas, bugambilias y ceibas floreciendo en distintas épocas del año, como si la primavera nunca terminara.
¿Cuernavaca aún merece el título de “la eterna primavera” en pleno 2025?
En los últimos años, no ha sido novedad que Cuernavaca presente cambios climáticos de manera brusca; temperaturas muy elevadas, lluvias torrenciales, entre otros efectos. Pese a ellos, la capital sigue destacando por su clima en comparación con otras ciudades del país.
Además del clima, la ciudad ha desarrollado una identidad turística y cultural alrededor de este apodo, convirtiéndose en un atractivo para quienes buscan descanso, jardines, balnearios y un ambiente primaveral en cualquier estación del año.
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