Al sur de Morelos, justo donde el calor aprieta y el viaje pide una pausa, hay una parada que nunca falla: las nieves artesanales de Alpuyeca. Para turistas, locales y quienes solo van de paso, este antojo se ha vuelto casi una tradición obligada en territorio morelense.
Con sabores naturales, preparación a mano y un arraigo que se remonta a generaciones, estas nieves no solo refrescan; representan la esencia gastronómica y cultural de la región.
¿Qué tienen de especial las nieves de Alpuyeca?
A diferencia de helados comerciales, aquí todo es natural: fruta de temporada, hielo, azúcar y mucha experiencia. Los sabores varían según la época del año, desde los clásicos limón, guanábana y mango, hasta especialidades como pétalos de rosa, zapote negro, aguacate o arroz con leche. La mayoría se elabora en cazos de cobre, con técnicas heredadas por décadas, lo que da un sabor y textura únicos.
¿Dónde probar las nieves de Alpuyeca y qué días son ideales para ir?
Puedes encontrarlas todos los días en carretas y locales sobre la carretera federal en Alpuyeca, o dentro del centro del pueblo. El flujo más alto de visitantes es los fines de semana, cuando quienes van a Teques, Las Estacas o Xochicalco aprovechan para detenerse y probar al menos una nieve. Con este calor, ¿se antoja una, no?
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