En Cuernavaca es muy común escuchar que a sus habitantes se les llama “guayabos”, y aunque para algunos puede sonar curioso o incluso desconocido, el apodo tiene un origen histórico ligado a la vida rural y agrícola de la capital morelense.
Lejos de ser un insulto, para muchos cuernavaquenses el término se ha convertido en una forma de orgullo e identidad, ya que este término ha pasado de generación en generación y hoy forma parte de la identidad local.
¿Cuál es el origen del apodo “guayabos” a los nativos en Cuernavaca?
El término “guayabos” se remonta a una época en la que Cuernavaca estaba rodeada de huertas, especialmente de árboles de guayaba, uno de los frutos más comunes en la región por su clima templado.
Durante décadas, la producción y venta de guayaba fue parte importante de la economía local, por lo que a los habitantes se les comenzó a identificar de manera coloquial con este fruto, dando origen al apodo que se popularizó tanto dentro como fuera del estado.
Con el paso del tiempo, el término “guayabo” dejó de usarse solo como referencia agrícola y pasó a convertirse en una seña de identidad para quienes nacieron y crecieron en Cuernavaca. Hoy en día, muchos lo utilizan de forma afectiva para distinguir a los nacidos en la ciudad de la "Eterna Primavera".
¿Qué pasó con la guayaba en la Cuernavaca?
Con el crecimiento urbano y la expansión de la mancha habitacional, las antiguas huertas de guayaba que rodeaban Cuernavaca fueron desapareciendo poco a poco. Terrenos que antes estaban dedicados a la agricultura fueron convertidos en colonias y avenidas, reduciendo de manera significativa la producción local del fruto.
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