Entre 1975 y 1987, Brothers Home operó como un supuesto centro de asistencia social en Busan. Pero en realidad, fue un campo de internamiento donde más de 40,000 personas fueron detenidas arbitrariamente.
Muchos no eran indigentes, sino ciudadanos secuestrados por la policía, que recibía incentivos por cada arresto. Los internos eran obligados a realizar trabajos forzados, sufrían torturas físicas y psicológicas, y eran sometidos a “juegos” crueles, como el del vehículo, donde se les golpeaba en los ojos hasta dejarlos moribundos.
El diablo es visto en los 90’s y reaparece videograbación