El pasado viernes, 18 de julio de 2025, un niño que respondía al nombre de Alejandro “N”, quien era un menor de edad de 14 años originario de Guanajuato. El adolescente se encontraba en un viaje con su familia, y cuando hicieron una parada en la región de Barra de Santana, en Michoacán, para ver a los cocodrilos, este cayó al agua, por lo que de inmediato fue devorado por los reptiles.
De acuerdo con algunos medios locales, la especie de barandal tenía una altura aproximada entre los 30 y 50 centímetros. Es por ello que las autoridades de aquel estado colocaron una reja de protección, con el fin de evitar accidentes futuros como el que ocurrió recientemente.
Después de 72 horas suspendieron los trabajos de búsqueda
Elementos de la policía comenzaron con la búsqueda del cuerpo, e incluso corrió el rumor de que habían sacrificado a un cocodrilo debido a que en hocico llevaba lo que parecía una parte del cuerpo de Alejandro. Sin embargo, José Héctor Hernández Villalobos, director de Seguridad Pública del municipio de Lázaro Cárdenas, indicó que esto era mentira.
Alejandro era un adolescente que también realizaba labores como monaguillo en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, además de que formaba parte de la banda de guerra del Cuerpo de Bomberos de Cortazar. Una vez que se dio a conocer la noticia de su muerte, ambas instituciones compartieron su tristeza tras este suceso.
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