Los expertos recomiendan empezar por lo básico: descongelarlo bien. Nada de dejarlo en la encimera “a ver si se descongela solito”. Lo ideal es usar el refri (un día por cada dos kilos), agua fría cambiando cada 30 minutos o, si es pequeño, el microondas.

Antes de cocinarlo, lávate las manos, separa el pavo crudo de otros alimentos y evita enjuagarlo para que no salpique bacterias por toda la cocina. Y al momento de cocinar, no hay pierde: 74 °C al centro para que quede seguro y delicioso. Si vas a ponerle relleno, mejor hazlo aparte.

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