La Corona de Adviento es más que un adorno navideño: es un símbolo de preparación espiritual hacia la Navidad.

El círculo de follaje representa vida y esperanza. Cada vela marca un domingo de Adviento, un camino de cuatro semanas para reflexionar y prepararse.

La corona se arma con:

  • Tres velas moradas, símbolo de penitencia, ayuno y reflexión.
  • Una vela rosa, que se enciende el tercer domingo, recordando la alegría en medio del camino.
  • Una vela blanca opcional al centro, que se prende el 25 de diciembre como signo de pureza y luz.

El encendido no es decorativo, es un ritual que avanza semana a semana: primero una vela morada, luego la segunda, en el tercer domingo la rosa, y finalmente la última morada, recordando que el camino espiritual continúa hacia la Navidad.

La Corona de Adviento nos invita a hacer una pausa, reflexionar y vivir la Navidad con intención y propósito.

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