¿Qué es el síndrome del Príncipe Destronado y cómo abordarlo de manera oportuna?

Cuando en casa llega un hermanito, los niños que se transforman en hermanos mayores, por lo que llegan a experimentar el síndrome del príncipe destronado.

Síndrome del Príncipe Destronado
Fotografía ilustrativa.|Getty Images/Catherine Falls Commercial
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Cuando en casa llega un nuevo integrante a la familia, es decir, un hermanito, los niños que se transforman en hermanos mayores llegan a experimentar el síndrome del príncipe destronado, o también conocido como síndrome de destronamiento, el cual es un patrón emocional temporal donde el primogénito siente que pierde su lugar privilegiado en la familia.

Cabe recalcar que no es trastorno clínico de gravedad, sino una reacción adaptativa normal que, si se maneja de forma correcta, puede fortalecer la resiliencia y el vínculo fraternal.

¿Cuáles son los síntomas principales del síndrome del príncipe destronado?

  • Regresión conductual: Vuelve a comportamientos infantiles como mojar la cama, chuparse el dedo o hablar como bebé.
  • Celos y agresividad: Presenta llanto excesivo, golpes al bebé o rechazo hacia los padres.
  • Búsqueda de atención: Interrumpe conversaciones, hace berrinches o finge enfermedades.
  • Tristeza o retraimiento: Se aísla, pierde apetito o muestra ansiedad por separación.

Estos signos suelen aparecer entre los 2 y 6 años, dependiendo del momento en el que haya nacido el hermano pequeño, y se presentan con mayor intensidad en los primeros 3 meses de vida del nuevo integrante.

¿Cómo hacer que el hijo mayor supere con éxito el síndrome del príncipe destronado?

  • Preparación previa: Habla del bebé como "equipo" desde el embarazo y lee cuentos que involucren la llegada de un nuevo personaje.
  • Tiempo exclusivo: 15 minutos diarios de juego sólo con el hijo mayor pueden ser muy importantes.
  • Involucramiento positivo: Deja que "ayude" en tareas como traer pañales o elegir ropa, con el fin de reforzar su rol de hermano mayor.
  • Límites con empatía: Valida emociones: "Entiendo que estás enojado", sin ceder a berrinches.

Consulta a un especialista si el hermano mayor continúa con conductas agresivas extremas o depresión, pues la mayoría lo supera entre tres y seis meses siempre y cuando este rodeada de un ambiente empático y seguro.

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