Durante la época de las temporadas bajas, las personas se encuentran más expuestas a ciertos padecimientos como lo son las enfermedades estacionarias. Desde un simple resfriado, hasta infecciones más graves como la neumonía o el covid, es importante protegerse en otoño e invierno.
Asimismo, una de estas enfermedades que preocupan es la bronquitis, la cual se agudiza en personas que son consumidoras de tabaco o están expuestas al polvo y al humo. A continuación, exploraremos más a fondo este malestar.
¿Qué es exactamente la bronquitis?
La bronquitis se da debido a que los bronquios se inflaman, se hinchan y producen moco en exceso, y el cuerpo intenta expulsarlo con tos. En la variante aguda, el 90% de los casos son virales. Por su parte, cuando es crónica, el daño se vuelve progresivo por irritantes como el tabaco. El moco obstruye el paso del aire, por lo que hay menos oxígeno en los pulmones, y exaltan signos evidentes de fatiga.
¿Cuáles son los síntomas de la bronquitis?
- Tos persistente, que al inicio es seca y luego incluye flema blanca o amarilla.
- Silbidos o pitos al respirar.
- Dolor torácico al toser o respirar hondo.
- Fiebre baja cuando es variante aguda.
- Cansancio extremo.
- Falta de aire al caminar.
- Flema con sangre.
Los médicos advierten que si se presenta este último síntoma se debe acudir a un consultorio de salud de inmediato. Además, si la tos persiste durante tres semanas o si la fiebre sube de de los 39 grados, podría tratarse de un caso de neumonía.
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